Jenny empezó con un fuerte dolor de oído, luego no podía bostezar porque le producía un fuerte dolor en el lado derecho cerca del oído.
El dolor se le fue incrementando y ya no podía ni morder porque le producía mucho dolor de cabeza, por último no podía lavarse los dientes ya que no podía abrir la boca y el cepillo de dientes no lo cabía, en las mañanas le costaba mucho abrir la boca.
Estuvo durante seis meses con las molestias, con dolores de cabeza y de cuello. En un principio pensó que era el oído; fue a una clínica y lo que le hicieron fueron lavados de oídos. Le recomendaron seguir haciéndolos pero no volvió porque no le ayudó en nada.
“Me asusté mucho cuando ya no podía ni lavarme los dientes por el dolor tan grande al abrir la boca”.
«Consulté a mi dentista por el problema y me refirió de inmediato con el Dr. Baldioceda. Realicé el tratamiento que él me recomendó con el cual me fue muy bien. Hace dos meses terminé el tratamiento y me siento muy bien, no he vuelto a tener molestias, hago todos los ejercicios q el Dr. Baldioceda me enseñó, y aparte hago ejercicios aeróbicos y pesas«.