Victoria Mena sufría de constantes dolores en el cuello y la cabeza impidiéndole volver la cara..
Cuenta que no podía volver la cara ni hacer movimientos bruscos porque le dolía mucho.
Por la molestia visitó a diferentes dentistas y se practicó exámenes para descartar que el problema se tratara de tumores, pero no se encontró ni la causa, ni la solución.
“Me dolía la mitad de la cara, me lloraba el ojo y se me cerraba la nariz. Pensé que eran las cordales, entonces me sacaron las dos muelas y luego me dieron otros medicamentos, pero el dolor persistió durante dieciocho meses de día y noche hasta que fui a tratamiento con el doctor Baldioceda”, comentó Mena.
El doctor, después de practicarle una serie de pruebas, le diagnosticó Hemicránea Paroxística Crónica (CPH), y Dolor Miofascial en músculos de la mandíbula y el cuello. Le prescribió un inodometacina para el CPH, y para el dolor Miofascial un tratamiento con ejercicios, calor, y manejo de postura y hábitos.
“Ahora hago ejercicios de la mandíbula y el cuello, evito comer cosas duras y chicle para prevenir que el dolor aparezca, y tomo la medicina”.